El día de los enamorados es una tradición, pero pocos saben de dónde viene esta costumbre de celebrar el 14 de febrero como el día de los enamorados..y usted ¿ lo sabía?
Según la tradición cristiana San Valentín fue un monje cristiano -otros dicen que un Obispo, que vivió en la última época del Imperio Romano, aproximadamente en el año 250 d.C.
Por esos años, Claudio III, era el emperador, quien dictó un decreto que consistía en la imposibilidad de los jóvenes romanos para contraer nupcias, aduciendo que aquellos eran mejores soldados cuando no tenían ni esposa ni familia.
Valentín se opuso a dicha medida, casando a todos aquellos que llegaban hasta él. Al cabo de un tiempo se le sorprendió en dichas prácticas, fue tomado prisionero y asesinado en el año 270 d.C.
A Valentín se le atribuyen algunos milagros a lo largo de su vida, pero el más conocido y del que más pruebas se tienen, es aquel donde teniendo como única arma su inmensa fe en Dios, curó a una mujer ciega, hija de un carcelero, devolviéndole la vista.
Al día siguiente de ese encuentro, Valentín fue decapitado por órdenes imperiales, dejando una carta dedicada a su amiga llamada Julia, la carta decía: «De Tu Valentino». Luego de su muerte, el 14 de febrero del año 270 d.C., cerca de una puerta que más tarde fuera nombrada Puerta de Valentino para honrar su memoria, fue enterrado en la que es hoy la Iglesia de Praxedes en Roma. Cuenta la leyenda que Julia plantó un Almendro de flores rosadas junto a su tumba. Hoy, el árbol de almendras es un símbolo de amor y amistad duraderos.
Desde Lupercus hasta San Valentín
En el siglo IV a C., los romanos practicaban un rito de iniciación en honor del Dios Lupercus (divinidad latina). Tal ceremonia consistía en meter dentro de una caja, nombres de muchachas adolescentes, para que los jóvenes los extrajeran al azar, de manera que a cada uno de ellos le correspondiese una compañera para su mutua diversión, durante todo el año.
Después de casi 800 años de tal celebración, llegaron los primeros padres de la Iglesia Cristiana y consideraron necesario, desde el punto de vista moral, acabar con estas prácticas, comenzando por buscar un nuevo santo patrón de los enamorados, que sustituyera al dios romano.
Fue así que el Papa Gelasio, entre el año 496 y el 498 d.C., estableció el 14 de febrero del calendario romano para honrar a San Valentín. No está del todo clara la historia, ni la identidad del santo, y algunos historiadores sostienen que el pontífice fijó la conmemoración con el claro objetivo de cristianizar las celebraciones paganas del festival Lupercalia de la antigua Roma.
Qué pasó después
Años después, la costumbre de intercambiar regalos y cartas de amor el 14 de febrero nació en Gran Bretaña y en Francia durante la Edad Media. La tradición obedecía a una observación muy particular: a mediados de febrero, las aves comenzaban a aparearse. Para Herbert Thurston, de la enciclopedia Católica, «el día de San Valentín era una ocasión para escoger a la pareja.»
En el siglo XVII, la celebración habría comenzado como una manifestación popular con tarjetas dibujadas por los románticos de la época, hasta que en la siguiente centuria el intercambio de obsequios habría sido generalizado, sin distinción de clases.
De esta forma, en el siglo XVIII, en estas tarjetas dibujadas a mano -que eran de gran tamaño-, ya aparecía Cupido, el «querubín desnudo» armado con flechas empapadas de una poción amorosa, posiblemente asociado a la mitología Romana, donde es el hijo de Venus, diosa del amor y la belleza.
En 1797 se publicó «El joven escritor de valentinas», libro que contenía decenas de versos sentimentales para el enamorado incapaz de redactar o componer los suyos. No obstante, junto a las románticas dedicatorias, también proliferaron postales obscenas.
Al respecto se cuenta que en Chicago, a fines del siglo XIX la central de correos rechazo unas 25 mil, alegando que no eran dignas de ser transmitidas por los servicios postales del país.
Sin embargo, no fue hasta 1969 que la fecha fue oficial para la Iglesia Católica, ya que hasta antes de ese año las fiestas de San Valentín no eran del todo reconocidas por las altas autoridades eclesiásticas, a pesar de la instauración casi legendaria de las mismas a comienzos de nuestra era.
Tradiciones de San Valentín
Bien sabido es que el 14 de febrero de cada año se celebra, en casi todo el mundo, el día de los enamorados, pero en cada nación se festeja de diferente manera. En ocasiones no son tan distintas unas de otras tradiciones, sin embargo, en algo se diferencian.
En este sentido, por ejemplo en Chile tenemos la costumbre de regalar flores, particularmente rosas rojas a la persona amada. Los chocolates también están dentro de los presentes más codiciados.
Asimismo, entregamos en el día de los enamorados «engañitos» varios, pero en general lo consideramos una noche para salir a pasarlo bien; sobre todo si tomamos en cuenta que la mayoría estamos de vacaciones.
Luego, en Norteamérica lo celebran de distinta forma… En los países al norte de la línea del Ecuador se toman estas fechas como una fiesta familiar, más que de la pareja y en la mesa se presenta una cena con todos los miembros de la familia, donde la idea es hacer vida en conjunto con los niños, enseñándoles la palabra de Dios y la inmensa entrega de amor que éste prodiga sobre todos sus hijos.
En casi toda Latinoamérica la forma de esperar estas fechas son parecidas, salvo por algunas diferencias propias del carácter de cada nación. Así por ejemplo, en Brasil las calles de algunas ciudades se engalanan para la ocasión. En Perú se lleva a cabo una cena romántica e intercambio de regalos al igual que en nuestro país.
AMOR DE ORIENTE
En cambio, en la milenaria China el día de los enamorados se celebra, el 6 de agosto de cada año. En esa ocasión las personas que cumplen 16 años son los protagonistas, ya que llegan a la mayoría de edad.
Así, el Día de San Valentín chino, se celebra el séptimo día del séptimo mes del calendario lunar y es más que una ocasión para que las parejas se complazcan recíprocamente con flores, con una cena con velas o con caros regalos.
De esta manera, además de la reunión de dos estrellas, Herdsman y la Weaving Maiden, también se llevan a cabo diferentes rituales para bendecir a aquellos que esperan pasar la prueba oficial pública, adorar a la diosa a cargo de proteger a los niños y a festejar a los niños que acaban de cumplir 16 años.
Como vemos, existe de todo a la hora de celebrar el día de los enamorados o San Valentín, pero si en algo coinciden la mayoría de las personas de todas las latitudes es, primero, que tienen un día de los enamorados, y segundo, que cada vez se ha vuelto más imperiosa la necesidad de regalar.
Lo más anti-día de los enamorados
Todos hablamos del día de los enamorados… algunos buscamos una tarjeta, otros un collar o una joya que «demuestre» todo nuestro cariño para esa persona amada. En tanto, existen otras personas que hablan muy mal del 14 de febrero, que no comparten para nada con la política universalmente aceptada que ese día y no otro, es el día de los enamorados.
Precisamente, esas personas arguyen que todo eso es sólo un aparataje y una excusa sólo para tener un motivo más para consumir por el sólo hecho de hacerlo. Vivir en Pareja hizo una encuesta callejera, sin ningún ánimo científico, por cierto, sólo para saber que era lo que piensa la gente y estas fueron algunas de las respuestas.
Todos los días día de los enamorados
La mayoría de los entrevistados coincidió en la famosa frase que versa sobre que todos los días debieran ser el día de los enamorados, ya que demostrar amor a su pareja debe ser una cosa constante y no dejarla para sólo un día al año.
En este sentido, Carlos Carrasco, estudiante, señaló que «a mi polola le trato de dar engañitos frecuentemente, entonces el 14 de febrero para nosotros es sólo un día más». Algo parecido dijo Ingrid Cifuentes, secretaria, quien sostuvo que «para qué celebrar un solo día el día del amor. Es mejor hacerlo cada vez que se puede.»
Miguel Palma, ingeniero y empresario, fue más tajante y afirmó que «Eso del día de los enamorados en una invención más de la publicidad comercial para que uno salga a la calle a comprar como loco. No creo que el 14 de febrero o el día de la amistad sean momentos tan relevantes en el calendario. En ambos casos, y en otros más que no recuerdo, creo que es sólo marketing y nada más… ahora, si de verdad estás enamorado, eso demuéstrelo personalmente a quién corresponda, ya que para ellas, lo más importante es saber que realmente le amas todos los días y segundos de su vida».
Sólo consumismo
Seguimos por las calles del gran Santiago preguntándole a la gente acerca de lo que opina sobre el día de los enamorados obteniendo todo tipo de respuestas, en ocasiones bastante inverosímiles…
Así, para Francisca Moreno, «la cosa no sale del consumismo. Todo esto es una creación de mentes que ven dinero en cada uno de nuestros actos. Siempre veremos la posibilidad de inventar algo para vender…»
Una postura parecida es la que nos mostró Javier Santos, dueño de un kiosko que argumentó que nosotros andamos buscando qué y cuándo comprar y otros andan inventando cuestiones que vendernos… Somos muy tontos y los que inventan estas fechas lo saben».
En este ancho mundo somos muchas personas y cada una tiene una visión muy particular de los hechos y las cosas que pasan a nuestro alrededor. En este sentido, bien vale la pena respetar a quienes no les gusta o no les importa el día de los enamorados. Al fin y al cabo, existen otros a los que sí les importa y son más al parecer que aquellos que en nada les interesa.
Es bueno hacer una reflexión acerca del tema y tener claro que vivimos en una sociedad consumista por definición, sin embargo, depende de nosotros hacer que este 14 de febrero pierda en algo el cartel que tiene de fecha consumista y nos acerquemos a quienes amamos y se lo expresemos. Sin duda, es una buena oportunidad. De cualquier modo, ese día es para recordar a la persona amada, entregarle un presente y demostrar todos los sentimientos hacia ella. Aunque, en honor a la verdad, eso debiera ser todos los días.
Saludos.